EXIGENCIA MÍNIMA DE CAPITAL Y RENTABILIDAD: UN ANÁLISIS EMPÍRICO DE LOS BANCOS BRASILEÑOS

Resumen

El sistema bancario consiste en un sector de la economía muy regulado y una de las medidas impuestas por las autoridades supervisoras como forma de control es la exigencia mínima de capital. Una de las formas encontradas para ofrecer mayor protección a los clientes y al mercado financiero como un todo es la imposición a los bancos en que se mantengan niveles mínimos de capital vinculados a los riesgos a los que están expuestos, medida que sirve como recurso para desanimar la exposición a riesgos no usuales. El capital bancario, por lo tanto, se constituye el instrumento de protección contra el riesgo de rotura de una institución y, desde la adhesión al Acuerdo Internacional de Basilea, con vigencia a partir de 1995, los bancos brasileños tienen que mantener patrimonio líquido compatible con el grado de riesgo de la estructura de sus activos. El presente trabajo explora la existencia y el grado de relación entre exigencia mínima de capital ponderado por la exposición de riesgo  de los activos y la rentabilidad de los bancos brasileños, a fin de contribuir para un análisis de la situación actual de las instituciones, en relación a las normas vigentes sobre requerimiento de capital. Se trata de una investigación empírica que busca levantar indicaciones exploratorias, evidenciadas por grados de correlaciones, mensurados a través de estimación con datos en panel. La literatura internacional que versa sobre los impactos de la existencia de regulación de capital en los bancos se demuestra divergente y, en algunos casos, no-conclusiva. Los resultados encontrados en este trabajo, con base en muestra compuesta por bancos brasileños, no evidenciaron relaciones significativos entre indicador de rentabilidad e indicador de capital ponderado por los riesgos, conocido en Brasil como Índice de Basiléia.  Algunas consideraciones son sugeridas para justificar los resultados alcanzados, tales como la preferencia de las instituciones por aplicaciones en activos de menor riesgo, como títulos públicos, el arbitraje de capital, proporcionada, principalmente, por el grado de riesgo impuestos a las operaciones activas y la facilidad con que se encuadran a los límites mínimos de capital adoptados en Brasil, evidenciada por las altas márgenes de holganza observadas.