RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA ENSEÑANZA SUPERIOR:
innovación e internacionalización como vectores de cambio social
Resumen
Este artículo analiza los retos y perspectivas de la educación superior en el contexto contemporáneo. La metodología utilizada es cualitativa, con apoyo bibliográfico y documental de fuentes nacionales e internacionales. La universidad, en sus comienzos, tenía como misión principal la docencia, ampliándose a la investigación en el siglo XIX y, más recientemente, incorporando la innovación como motor de desarrollo social y económico. En este contexto, La innovación se destaca como crucial para que las universidades se adapten a los rápidos cambios tecnológicos y sociales, mientras que la internacionalización se considera una forma de integrar a las universidades en el escenario global, promoviendo las asociaciones y la movilidad académica. El concepto de la Triple Hélice y sus evoluciones, como la Cuádruple y la Quíntuple Hélice, se mencionan como modelos que incluyen la colaboración entre la industria, el gobierno, las universidades, la sociedad y el medio ambiente, con vistas a un desarrollo sostenible. El artículo hace hincapié en la necesidad de integrar la enseñanza, la investigación y la innovación para generar desarrollo en todas las dimensiones de la sociedad, destacando la importancia de una gobernanza y una gestión eficaces. La internacionalización se presenta como un elemento esencial para la excelencia académica, que facilita el intercambio cultural y contribuye al desarrollo económico y social. Organizaciones, como la UNESCO, son citadas por sus contribuciones a las políticas educativas que refuerzan la importancia de la educación superior. La internacionalización se considera una oportunidad para ampliar horizontes en todas las dimensiones, fomentando la cooperación y el entendimiento intercultural del territorio local al global. Según los estudios analizados, se destaca la importancia de la innovación y la internacionalización en las funciones universitarias contemporáneas. En este sentido, la educación superior debe posicionarse como agente activo de transformación social, promoviendo una educación integral que rescate la esencia de la vida en común y prepare individuos críticos y comprometidos con un mundo más justo y sostenible.